Por Juan Lobo
En los últimos años, las empresas han enfrentado retos para atraer y retener el mejor talento posible. En términos simples, es porque, las generaciones actuales buscan: un buen cheque, reconocimiento y poder tener un propósito de vida que sea congruente a nivel personal y personal.
Lo anterior exige a las empresas definir un propósito más allá de hacer dinero. Esto no siempre es fácil. A veces porque se trata de una organización vieja, estática y con una pobre cultura organizacional. Es mucho más facil cuando hay claridad entorno a estos términos.
- Propósito
El propósito de una empresa es su razón permanente de existir. Es el porqué hace las cosas. La columna vertebral de la cual depende para tomar decisiones ya sea en la vida diaria o cuando el tema es crucial. Con un propósito, se puede discernir entre decisiones que son correctas y generan valor real, de aquellas que son simplemente fáciles o incluso técnicamente elegibles. - Misión
Aunque el propósito es algo que permanecerá constante a lo largo de la vida empresarial, habrá diferentes maneras de llevarlo a cabo. La misión es la manera o maneras oportunas de llevar a cabo el propósito en cada etapa de la vida empresarial. - Visión
Es la expresión verbal y concreta de lo que la empresa desea ser en el futuro. Básicamente responde a la pregunta “¿qué queremos ser?”. En otras palabras, es el marco de referencia de lo que la empresa quiere llegar a ser en el futuro. - Credo
El credo de una empresa u organización, es una declaración que define literalmente sus principios. La organización es libre designar una filosofía de empresa como convicciones o valores éticos. Lo importante es que el credo de la empresa, articula lo que ella representa, particularmente con respecto a todos los sectores de la sociedad que tienen un interés en el éxito de la empresa.
Aunque algunos directivos siguen considerando estos elementos como algo secundario en función de sus objetivos de rentabilidad y beneficios, lo cierto es que las empresas con un propósito definido, una misión clara, una visión retadora, alcanzable y medible; y un credo inspirador, tienen una clara ventaja sobre las demás. Especialmente si tenemos en cuenta que la estrategia por sí misma no es suficiente sin ellos